El paseo
Descolgó la gabardina y tomó su viejo sombrero de fieltro, miró a la esquina de la entrada y localizó aquel viejo y auténtico paraguas Carballo que ni recordaba desde cuando le acompañaba en sus paseos. Salió a la calle y sintió el tibio sol de enero en su rostro, distraído, se dijo a si mismo, “preparado” y comenzó el paseo al encuentro del tiempo…
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